
A mí se me ocurre hacerla imitando un castillo, con cuatro torreones, uno en cada esquina, que es muy sencillo y queda resultón. Pero Nico se empeña en hacerla con forma de guarida de Superman, que es una cueva en el Polo Norte como con trozos de hielo, y estalactitas y estalagmitas, que son esa especie de columnas picudas que están el techo o en el suelo.
"¿No es un poco difícil?", le pregunto yo. "Nooo... qué vaaa...", me contesta él. Así es que se pone a intentar darle esa extraña forma, y el resultado es... Que al cabo de un rato tenemos una tarta, sí, caída toda de medio lado. Pero nos la comemos igual. ¡¡¡Y es que ha quedado de rica!!!