Los gatos son unos animales muy cariñosos, pero a veces difíciles de entender. La forma en la que ponen sus ojos y sus orejas indican lo que nos quieren decir, por lo que observándoles podremos comprenderles mejor. Así es que si...
Pone como el
gato 1 las orejitas rectas, abiertas hacia delante y ojos redondos, es que está normal.
Pone como el
gato 2 las orejitas tiesas, giradas hacia los lados y los ojos fruncidos, es que está enfadado.
Pone como el
gato 3 las orejitas agachadas, pupilas redondas y grandes, está enfadadísimo.
Pone como el
gato 4 las orejitas abiertas, hacia delante, rectas, ojos rasgados, es que está feliz.
Y además de esto...
*No le cortes nunca los bigotes ya que le sirven para explorar su entorno y comunicarse con otros gatos.
*Separado de su madre se va a sentir muy solo cuando llegue a su nuevo hogar, pero
no debe dormir en tu dormitorio, y si llora no vayas a buscarlo. Tiene que acostumbrarse. Pronto se le pasará.
*Si se frota contra tus piernas es que está contento, y si rueda por el suelo es porque confía en ti.
*Si te da repetidas veces con la patitas es la mayor expresión de placer. Es el movimiento que hacía cuando estaba mamando.
*Si mueve la cola lo mejor es dejarlo porque no es el momento adecuado para estar con él. Y si gruñe o silba es una manera de defenderse.
*Los maullidos pueden tener significados según cómo sean. Quizá quiere pedirte algo, o se está quejando, o se siente desorientado, o tal vez se nota rechazado. Los acabarás reconociendo si le observas.
*Al encontrarse con otros animales, si su encuentro no es deseado, el gato puede aullar, enseñar los dientes o dar golpes con las patas.… Pero si se frota contra él es signo de aceptación, y de que le permite compartir su territorio.
*Y si ronronea es que está muy, pero que muy feliz.
Que seas tú también feliz junto a él...
Dedico esta preciosa foto de una potrilla saltando a mi amiga Lucí, porque como podéis leer en los comentarios que me dejó en "Animales" y en "Dibujo Chulo", su yegua estaba esperando un bebé al que le pensaba poner Daniela ¡¡¡mi nombre...!!!, y las dos estábamos muy ilusionadas, pero no ha podido ser porque se ha ido al cielo nada más nacer (donde seguro que estará corriendo por una verde pradera como ésta).
