miércoles, 31 de octubre de 2007

¡¡¡TRUCO O TRATO!!!

Qué ilusión, hoy es 31 de octubre. Esta noche se celebra una fiesta muy antigua en gran parte del mundo por la llegada del invierno. Se suponía que al caer el sol los espíritus podían salir de los cementerios, y la gente ensuciaba sus casas y ponían cosas de miedo para que pasaran de largo. En algunos países se le llama "Víspera del Día de todos los Santos". En Estados Unidos "Halloween". ¡¿A que lo habéis visto en alguna película o dibujos animados?!
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Allí es muy divertida. Los niños se disfrazan de brujas, de duendes, de fantasmas, y van por las calles pidiendo golosinas, llamando a las puertas y preguntando "trick or treat", que significa truco o trato (o sea dulces). Y si los mayores les dan chuches, pues muy bien, y si no, les pegan un susto.
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Yo me acabo de disfrazar, como podéis ver, con ojeras, ropa oscura, calaveras horrorosas y el pelo de colores, y he disfrazado también a "Pipas", mi loro, pintándole las plumitas de negro para que parezca un murciélago gigante. Qué emoción. Estad preparados, ¿eh? Y si llaman a la puerta de vuestras casas, igual soy yo, y tenéis que darme muchos, muchísimos caramelos, porque si no os pegaré un buen susto. ¡Buh!

jueves, 25 de octubre de 2007

EL RATONCITO PÉREZ

Anoche se me cayó un diente, o mejor dicho una muela, y yo dije enseguida que qué bien, que así vendría otra vez el Ratoncito Pérez. Entonces mis padres me dijeron que ya estaba muy mayor para esas cosas, y yo les dije que de mayor nada, que me seguía encantando. Que lo único bueno de tener un boquete en la dentadura era que llegara ese simpático animalito con su regalo sorpresa. Así es que me fui a la cama y puse bajo la almohada, en un bonito paquetito con lazo y todo, mi muela. Y a la mañana siguiente, lo primero que hice al despertarme, fue mirar a ver qué me había dejado. Pero qué desilusión. No había nada. Qué disgusto. Bueno, algo sí, aunque no lo que yo esperaba. Era un aburrido papel. Lo abrí y...

¡No os lo vais a creer! ¡Se trataba de un plano! ¡El plano de un tesoro! O mejor dicho las indicaciones, con acertijos. Y para encontrarlo tenía que ir a donde me ducho, eso ponía. Ajajá, resuelvo yo, o sea al cuarto de baño. Voy corriendo, y cuando miro dentro de la bañera, veo otro papelito. Que ahora tenía que ir a donde guardo la ropa. ¡Ja!, qué fácil, a mi armario. Voy corriendo y allí encuentro... Pues otro papelito. Que tenía que ir a donde se guarda la ropa para planchar. Pienso un poco, ¿dónde se guarda la ropa de plancha...? ¡Ah, sí, en el cesto del pasillo! Voy corriendo y encuentro allí otro papelito que dice que para qué busco tanto por toda la casa cuando el regalo está en el mismo lugar en el que he dormido.

¡¿¿¿Donde he dormido???! Entro en el cuarto y revuelvo la cama, levanto las sábanas, sacudo la almohada. Y al final resulta que sí, es verdad, ahí estaba, bajo el colchón. Me estiro un rizo. Hummm... Esta vez el Ratoncito Pérez está un poquito bromista. Pero yo me lo he pasado fenómeno. ¡Qué chulo es que se te caiga un diente, ¿eh?! Eso sí, siempre que luego te salga otro, claro.

sábado, 20 de octubre de 2007

COSQUILLAS

Aísss... Que me hacen cosquillas en la pierna... Es un hámster, que le encanta meterse en mis bolsillos. Tengo que tener cuidado para no hacerles daño sin querer. Y es que son tan chiquititos... Por la noche duermen en una jaulita con su rueda en la que les gusta un montón correr, su casita especial con heno, calentita, su bebedero y un precioso comedero rojo en el que les pongo un trocito un trozo de naranja, lechuga, manzana y pipas. Y a la mañana siguiente no queda nada. Tragones...

martes, 9 de octubre de 2007

¡¡¡BIENVENIDOS¡¡¡¡

¡Uy, qué nervios! Como no sabía cómo empezar, se me ha ocurrido esta poesía. Ya sé que es una tontería, pero es que a mí me hacía gracia.

Hola caracola,
hola cacho pie,
hola dedo gordo,
hola no sé a quién.


(lo de "hola a no sé quién" que he puesto al final es porque todavía no sé quién lo está leyendo, ¡qué emocionante! ¿verdad?)

¡Atrévete tú a escribir una y me la mandas! Espera, que me pongo un paraguas, y jugamos a que llueven letras.