lunes, 28 de enero de 2008

¡¡¡ES CARNAVAL!!!

Carnaval es una divertidísima fiesta en la que la gente se disfraza, se ríe mucho y hay un montón de desfiles por la calle con globos, serpentinas y cosas de esas. El nombre que tiene es un poco raro, sí, y nadie sabe realmente por qué.

Fijaos qué divertido, hay quien dice que se llama así por CARNA, la antigua Diosa Celta de las habas y el tocino. O por KARNA, según los pueblos indoeuropeos el hijo del dios del sol. O también por el dios BAAL, al que le ofrecían carne, o sea carna-baal. Pero bueno, a mí por lo que me gusta es porque mi amigo Nico y yo nos pasamos toda la mañana en casa probándonos disfraces. Yo de muchas cosas que se me ocurren, de sol, pintándome la cara de amarillo y poniéndome una careta con rayos; de arco iris, vistiéndome con ropa de muchos colores; o de medusa, con un paraguas por el que le caen largos flecos como si fueran las patitas. Y Nico... Ufff, qué os voy a contar de Nico, como a él le encantan los cómics y los superhéroes, pues ya os podéis imaginar: de Batman, el hombre murciélago; de Spiderman, el hombre araña; de Superman, el hombre super, super, de lo maravilloso que es, según él, y de otros muchos más que no son tan fuertes pero sí muy valientes y también salen en los cómics, como Tintín, Axtérix y Obélix, Flash Gordon o el perro de Carlitos: Snoopy.

Qué pasa, por qué ponéis cara de extrañeza, ¿que un perro no puede ser un superhéroe? Yo creo que sí, y veréis por qué. Trufo, el mío, duerme con una oreja levantada para protegerme cuando es de noche, cuida de que no se me acerquen extraños a los que ladra muy enfadado, y cuando estoy triste se me sube encima de un salto y me llena la cara de lametones para que me ría. Y reírse es la cosa más maravillosa del mundo. Reírse como nos estamos riendo ahora Nico, Trufo y yo, que vamos tan chulos por la calle disfrazados para el Carnaval. Qué genial. ¡¿A que sí?!

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